La exigencia y inmediatez del consumo de recursos para hacerle frente ha estado uno de los principales agravios comparativos respeto a otras enfermedades que se han visto muy afectadas por la singularidad de esta crisis sanitaria global.
“El ámbito de la salud bucodental no ha escapado a este ralentización, tanto en el diagnostico como en el inicio o seguimiento de tratamientos ya pautados”, tal y como cuenta Miquel Gensana, gerente de Grupo Dental Ilerdent. Con él hablamos sobre el impacto de la Covid-19 en la atención dental y las pautas a seguir para restituir los niveles de salud pre-pandemia.
ENTREVISTA
¿Durante la pandemia, la gente ha dejado de ir al dentista? En nuestro caso, que hemos estado abiertos ininterrumpidamente, es cierto que el ritmo de visitas se ralentizó notablemente durante los primeros meses y las primeras semanas quedaron reducidas a urgencias. De hecho, la misma semana del primer confinamiento ya teníamos habilitado el servicio de telemedicina gratuita para todos nuestros pacientes y la clínica estuvo asistida en todos momento por un equipo completo de odontología, se reforzaron los servicios de atención telemática al paciente y se mantuvo operativo el laboratorio protético del grupo, iLab-17, para asistir a quien necesitara una reparación o subministro de prótesis dental. Este último servicio se ofreció incluso a domicilio, para evitar los desplazamientos en un momento en que todo el mundo tenía mucho miedo al contagio.
¿Cómo ha influido el miedo en la decisión de ir al dentista? Seguramente, ha estado el principal motivo por el cual muchas personas decidieron posponer su cita. No olvidemos que la transmisión oral de este virus nos colocaba en una posición muy delicada y sabíamos bien poco. Sin embargo, realizamos grandes y rápidas inversiones para ir un paso por delante y cada día incorporábamos más y mejores equipos de autoprotección, tanto para nuestros profesionales como para los pacientes, o nuevos sistemas de ventilación y desinfección, a la vez que soluciones tecnológicas e infraestructuras específicamente diseñadas para combatir la transmisión de la Covid-19 en entornos sanitarios.
¿Y obtuvieron resultados? ¡Y tanto! Toda la inversión vino acompañada de una comunicación próxima y personalizada que transmitió y convenció a nuestros pacientes que Ilerdent era una clínica segura. De hecho, antes del fin del confinamiento ya se habían reorganizado muchas agendas para atender a los pacientes según su prioridad médica; eso sí, con muchas limitaciones en cuanto a volumen, ya que los aforos y protocolos sanitarios no permitieron atender tantas personas como hubiéremos querido.
¿Cómo han impactado todas estas limitaciones? ¿Y los confinamientos y restricciones a la movilidad? Tenemos una amplia cartera de pacientes de toda la provincia, la Franja o las Tierras del Ebro, principalmente. Aunque incluso, habilitamos servicios de expedición de certificados de desplazamiento que facilitábamos a nuestros pacientes junto con la prescripción médica de visita, según el tipo de confinamiento perimetral de cada momento: municipal, comarcal…Es cierto que muchos pacientes aplazaron su visita y, hoy detectamos un retraso en los tratamientos directamente proporcional a la distancia del domicilio del paciente.
¿Cómo se soluciona esta situación? En primer lugar, con una buena auditoria del nivel de adherencia de los pacientes en los tratamientos. Es decir, avaluamos la ficha de cada paciente y hacemos seguimiento de si se ha realizado la visita programada, si ha iniciado el tratamiento prescrito o ha cumplido con las revisiones y sesiones de mantenimiento posteriores. En llerdent hemos dedicado una sección del Área de Atención al Paciente a realizar este estudio y cuando detectamos una incidencia en esta línea temporal, lo comunicamos para que la dirección médica haga una avaluación y marque la diferencia de la cita médica. Paralelamente, hemos activado una línea de comunicaciones nominativas – cartas, SMS o newsletters- a los pacientes que hace 12 o más meses que no han visitado la clínica, recordándoles la importancia de la revisión e higiene dental anual.
¿Cuál es la prioridad en Ilerdent? Curar a nuestros pacientes y, sobretodo, hacer una prevención mediante la finalización o las revisiones de tratamientos ya iniciados. Un tratamiento pautado que no se completa, o se aplaza sine die, es un riesgo innecesario para la salud bucodental. Hablamos, incluso, de patologías sencillas y fáciles de tratar, pero que pueden convertirse en el inicio de un gran problema si no se atienden adecuadamente, en forma y tiempo.
Dejando de lado los casos habituales, ¿detectan nuevas enfermedades asociadas a la Covid-19? Tristemente es así. De un lado, tenemos pacientes que han sufrido la enfermedad y han visto gravemente afectado su sistema inmunitario. Este desequilibrio los hace más vulnerables a las infecciones, a la enfermedad periodontal o la perdida de dientes. Por el otro, encontramos a las personas afectadas psicológicamente por la situación que sufren males que se reflejan directamente en afecciones como el bruxismo (apretar los dientes) o trastornos del sueño (ronquidos, apneas), todas ellas de fácil tratamiento desde la odontología, en sus estadios iniciales o menos leves.
¿Qué consejo daría a la población para recuperar su salud dental? Primero de todo, si sienten alguna molestia o hace más de un año que no visitan el dentista, que pidan cita hoy mismo. También les quiero hacer saber que la mayor parte de las situaciones son reversibles, o como mínimo, mejorables y que el aprendizaje que hemos hecho durante la pandemia ha servido para incrementar notablemente los niveles de asistencia y atención a nuestros pacientes.
En nuestro caso, muchos de los servicios y recursos implantados han pasado a formar parte del día a día de Ilerdent, como el servicio de telemedicina gratuito o la programación seriada que permite concretar un tratamiento en pocas y cómodas sesiones para el paciente. He de decir que nada de todo esto habría estado posible sin el compromiso de las personas que trabajan en las distintas áreas del Grup Ilerdent y a todos los niveles; o sin la responsabilidad y confianza de vuestros pacientes. La salud es, al fin y al cabo, cosa de personas.